quarta-feira, 21 de outubro de 2009

Procurando Luciana

Luciana sofre de depressao pós parto e desapareceu em 1 de junho. Segundo Flávia, do Astronauta, a Lia, irma de Luciana, criou o blog para divulgar o seu desaparecimento. Bom, me uno ás duas e espero que sejam bem-sucedidas. Conheço uma amiga que teve o mesmo e é muito triste. Ninguem merece. Divulguem, publiquem, ajudem. Gracias.

quarta-feira, 14 de outubro de 2009

terça-feira, 13 de outubro de 2009

"La innata vocación de Brasil a la felicidad." Por Juan Arias

“Parece-me que o sorriso, e só ele, faz aquilo que chamamos a beleza de um rosto.” (Liev Tolstói)

Sugiro o El País de hoy. TRIBUNA: JUAN ARIAS. 13/10/2009. Segue na íntegra.
"En la victoria de Río seguro que ha influido la estrecha relación de todo un país con la sonrisa."

"El hecho de haber ganado Río de Janeiro la celebración de los Juegos Olímpicos del 2016, dejando atrás ciudades de gran prestigio como Madrid, Chicago o Tokio, ha sido analizado ya por activa y por pasiva. Se ha dicho de todo. Que Suramérica se merecía ya unos Juegos. Y es cierto. Que Brasil es hoy la potencia económica emergente de la región. Y también es cierto, como lo es que buena parte de la victoria se debió a la enorme popularidad mundial del carismático ex metalúrgico y hoy presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Y con él a la acción del dios del fútbol, Pelé, y el mago carioca Paulo Coelho, que supo ganarse la simpatía de las mujeres de los delegados del COI a quienes invitó a cenar en un restaurante de Copenhague, en un clima de felicidad brasileña. ¿O habrán sido sólo las imágenes de las bellezas únicas de la mágica ciudad carioca? También, pero no sólo.

Existe otro elemento poco subrayado y es la innata vocación de Brasil y de los brasileños a la felicidad, que acaba irradiándose internacionalmente, contagiando al mundo.

Si se hubiese hecho un sondeo nacional habría aparecido que ese día el 100% de los brasileños se sintió feliz cuando el presidente del Comité Olímpico Internacional abrió el sobre y apareció Río de Janeiro como vencedor de la competición para celebrar los Juegos Olímpicos del 2016. Los brasileños, que gozan de una formidable cohesión nacional, están siempre abiertos a acoger cualquier motivo para ser felices. Y albergar los Juegos les ha producido orgullo y felicidad. Y no lo esconden, que es otra de las características del brasileño.

En mi primera entrevista a la actriz de cine y teatro Fernanda Montenegro cuando llegué a Brasil, hace ahora 10 años, me dijo algo que nunca he olvidado y que pude más tarde tocar con la mano: "La diferencia entre un europeo y un brasileño es que el brasileño no se avergüenza de decir que es feliz y el europeo, sí".

Cualquiera que pasa por Brasil, de turismo o de trabajo, se siente enseguida atrapado por la cordialidad, la exuberancia afectiva, la acogida alegre de sus gentes, del norte al sur del país. "Es que con los brasileños no se puede uno pelear porque te sonríen hasta cuando te enfadas", me decía un corresponsal argentino. Es verdad. La vocación del brasileño es más hacia la paz, la amistad, el entendimiento mutuo, el deseo de agradar que hacia la guerra o la pelea. Y, entonces, ¿qué ocurre con la violencia que mata en Brasil más que en otros países? No es una violencia brasileña, la produce el cáncer del tráfico de drogas.

La mejor arma del brasileño sigue siendo la sonrisa. Al catedrático de Estética de la Universidad de Río Isaías Latuf le preguntaron en plena calle en Buenos Aires si era brasileño. "¿Cómo lo ha notado?", preguntó. Y la respuesta fue: "Por su sonrisa".

Según un sondeo realizado en 2008 en 120 países por el Instituto Gallup World Poll, y presentado por la Fundación Getulio Vargas (FGV), la felicidad del brasileño es superior a su PIB. El joven brasileño aparece con una valoración de la felicidad superior a la media mundial. El estudio revela que los jóvenes brasileños de entre 15 y 29 años presentan mayor esperanza de ser felices los próximos cinco años que los jóvenes del resto del mundo. Y esa esperanza de felicidad alcanza un 9,29%.

Los psicólogos han intentado analizar estos datos. ¿Cómo es posible que los jóvenes de un país que aparece sólo en el puesto 52 en el índice mundial de la renta se sientan los más felices del planeta? El psicólogo Dionisio Benaszewski lo achaca a que, según la misma encuesta, los jóvenes brasileños valoran más la felicidad que el trabajo o el dinero. Si hay algo, en efecto, que he tocado con la mano en Brasil es que la mayoría de sus ciudadanos, hasta los más pobres, no viven para trabajar; trabajan para vivir y para vivir felices. Es casi imposible conseguir que alguien quiera trabajar, ni ganando el doble, en un domingo. Suelen decir: "Ah, no, domingo nâo da".

Según Benaszewski, existe otro elemento creador de felicidad en Brasil y es el que ofrecen las buenas relaciones existentes entre miembros de la familia y entre vecinos. Aquí la red de solidaridad, sobre todo entre los más pobres, es formidable. Un ejemplo de ello lo son las favelas pobres de Río, que entre ellas se llaman "comunidades". Y lo son. El elemento afecto en las relaciones y el afán por ayudarse mutuamente en las adversidades, o de disfrutar en los momentos felices, es proverbial.

Suele decirse que los brasileños saben sacar felicidad hasta de las piedras. La buscan en la alegría y en la tristeza. El día que Río ganó la celebración de los Juegos Olímpicos, una pareja joven de brasileños entrevistada en Madrid por un reportero del programa de Iñaki Gabilondo dijo algo más o menos así: "No estéis tristes. Venid a Río, que es una ciudad maravillosa, y os sentiréis felices". Pensé que, de haber sido al revés, si hubiese ganado Madrid y perdido Río, la joven también se habría consolado de alguna forma diciendo que estaba feliz en la maravillosa ciudad de Madrid.

Así son los brasileños. Son buceadores en el mar de la felicidad y, como no lo ocultan, acaban contagiando a los otros. Sin duda ese contagio también tuvo que ver a la hora de votar en Copenhague."

Google Analytics. E o seu, como é?

Outro dia me perguntaram sobre o meu Google Analytics. Honestamente, até agosto passado não sabia muito bem o que era isso. Vale, vale, blogueiro que se preze deve sabê-lo, é meio básico. E blogueiro marketeiro, então?! Pior ainda, nem se fala! Mas caí nessa vida de pára-quedas, com uma imensa vontade de escrever e uma absurda preguiça de papel e lápis. Aí minha irmã me sugeriu o blog e me mostrou “o caminho das pedras”, como começá-lo. Tava satisfeita com um diariozinho, que não carecia de ser sigiloso. Estava muito bem, obrigada, no meu desabafo. Mas aí veio essa história de Google Analytics e deprimi! Um verdadeiro fracasso (imagino)- Ah! Pra quem não sabe, ele é uma maneira “internáutica” de avaliar as estatísticas do seu blog, número de visitas, “posts” mais lidos, etc. Pois bem, sabia que tinha maneiras de fazer essa contagem, mas pensei, afinal, o que é que custa me aprimorar no mundo virtual e me incluir na brincadeira? Aí, me inscrevi e a partir de agosto comecei a me estressar: - Além das cobranças diárias que temos que enfrentar, eu ainda TENHO(?!) que ter um “bom” Google Analytics?! Que se dane! Me “desbloguei” dele e voltei para o meu diário de bordo desencanado. “Posto” o que me dá “ganas” e pronto. Estava refletindo por onde vai essa coisa toda... mais tarde, além de nome, carteira de identidade, CPF, a gente vai ter que informar o nosso Google Analytics... e por falar nisso, só pra uma comparaçãozinha básica: - E o seu, qual é?

Seu Jorge. Bom demais



Muito massa! Segue outra dele, um maravilhoso samba rock.

sexta-feira, 9 de outubro de 2009

Día de La Hispanidad e das Crianças

Próximo 12 de outubro também é feriado por aqui. É feriado nacional. Digo "também" porque, pra quem não sabe, no Brasil é dia das crianças e de Nsa. Sra. Aparecida (na verdade, não sei qual dos "dois" é o responsável pelo feriado brasileiro). Bom, pelas bandas de cá, é o Día de La Hispanidad, dia em que se homenagea os povos hispânicos, a descoberta da América e a grande comunidade hispânica espalhada pelo mundo.  Outros países da América, de língua e colonização espanhola comemoram também, porém, nem sempre na mesma data.

Madri me lembra bastante São Paulo nos feriados, meio vazia, quase todos viajam. Enquanto faz ainda um bom tempo em pleno outono espanhol, a aposta ainda é ir para o litoral na esperança de aproveitar um resquício do recente e saudoso verão.

Ano passado, meu marido, filho e alguns amigos brasileiros que estavam de visita por Madrid justo nesta mesma época deram de cara com um trio elétrico em pleno Passeio do Prado com nada mais nada menos do que Daniella Mercury - não sei muito bem o que tem a ver Daniella com o Día de la Hispanidad, pero bueno... E meu filho que está mais estrangeiro do que nunca - o que me preocupa - gritava tapando os ouvidos: "- Carnaval, nãããããooooooooooooo!"  Tadinho, ainda não sabe o que é bom (falo sobre o carnaval, claro). O bom mesmo para ele é que tem dois dias das crianças pra comemorar, e já cobrou o seu presente. Vou pedir a Nsa. Sra Aparecida pra ver se ela dá uma forcinha.

Bom, que tenham todos um bom feriado!, seja rezando a Nsa. Sra Aparecida, seja comemorando com as crianças o seu dia, ou ouvindo o Rei de Espanha fazer seu pronunciamento nacional (deve haver, afinal). Euzinha me mando pra praia, que é e sempre será para mim o paraíso aqui na terra, com ou sem feriado, no mundo de cá ou de lá.

É o Rio, por Tony Bellotto

Rio!!!

sexta-feira, 2 de outubro de 2009,  14:29

"Minha sogra sempre fala do silêncio no Maracanã na final da Copa de 1950, depois que perdemos o jogo para o Uruguai. Mesmo quem não estava lá, ou quem ainda nem tinha nascido, conhece aquele silêncio. Faz parte de nosso DNA. É um tijolo importante na construção da nossa identidade cultural. Se o Brasil estava na época preparado ou não para realizar uma Copa eu não sei. Mas a poesia e a tristeza daquele silêncio permanecem como a inauguração de alguma coisa difusa, porém fundamental para nós, brasileiros.

Imagens do Rio povoam a mente de qualquer brasileiro. Seja num cartão postal, num calendário ou numa cena de novela. Algumas imagens eu não vou esquecer nunca: a noite em que os Titãs abriram o show dos Rolling Stones, eu em cima do palco, o coração saindo pela boca, vislumbrando aquele formigueiro sem fim, mais de um milhão de pessoas na praia de Copacabana. E o que mais me impressionou: o número de barcos ancorados na baía, uma verdadeira favela iluminada em que barracos se transformaram em barcos. E os Stones, intrigados: um milhão de pessoas e nenhum incidente grave, nenhuma rebelião, nenhum pisoteamento?

Para os cariocas nada demais, todos os revéillons na praia são assim, brother. Como é que um negócio desses pode dar certo? Numa das cidades mais violentas do mundo? Ninguém jamais saberá explicar. Ou entender. A insustentável leveza do ser carioca. A cidade em que o aeroporto leva o nome de um compositor de música popular. Aqui estão o bom-humor, a corrupção, a alegria, as balas perdidas e as licenças poéticas.

Das velhinhas de cabelo azul passeando por Copacabana aos gringos em safári pela favela, dos flanelinhas banguelas guardando carros na Barra às madames botocadas saindo do Gero, dos sambistas sorridentes da velha guarda aos clubbers doidões, virados de ecstasy, dos fotógrafos de celebridades aos bebês chorões, brincando na areia, dos pitboys lutadores de jiu-jitsu aos casais gays abraçados na Farme de Amoedo, ninguém se preocupará em entender. Ou explicar.

Continuam as imagens na minha cabeça: a ECO 92, Jello Biafra passeando despercebido pelos stands ecológicos. Não é o cara do Dead Kennedys? Rubem Fonseca caminhando pelo Leblon, finjo que não vejo pra não encher o saco do Mestre. Não é a Juliana Paes? Onde? Ali! Os arrastões na praia, o abraço na Lagoa.

Meu filho de catorze anos foi assaltado pela primeira vez na semana passada. Não liga, João, é assim mesmo. Ser assaltado, nessa cidade, é como participar de um rito de passagem. Como uma primeira comunhão, ou um bar mitzvah. Como sair numa escola de samba, ou comer biscoito de polvilho Globo na praia de Ipanema num domingo de sol. Ou assistir a um Fla Flu no Maracanã. Ver uma peça de Nelson Rodrigues, adentrar um prédio projetado por Oscar Niemeyer.

A cidade vai penetrando a gente, mineiros, paulistas, franceses, marcianos, e não desgruda mais. Rock in Rio em Lisboa. Na boa. O Brasil como ele é. Ronald Biggs, lembram dele? O mais carioca dos ingleses, a prova viva de que aqui até o crime compensa. Ex-terroristas, generais de pijama, maconheiros e padres surfistas, crianças cheirando cola, empresários contando grana, ninguém jamais poderá explicar. Ou entender.

Meca de todos os grandes golpistas no cinema e na vida real, ex-capital da colônia, ex-capital do Império Lusitano durante as guerras napoleônicas, ex-capital do Império do Brasil, ex-capital da República, perene cidade maravilhosa, terra da beleza e do caos, o paraíso depois que Adão e Eva foram expulsos, mas ainda sob as bênçãos sólidas de um barbudo concreto com braços permanentemente abertos. As contradições desabando sobre nossas cabeças como pedras numa avalanche. Eu explico: as cidades, como as mulheres, não precisam ser entendidas, precisam ser amadas. O barulho que escuto agora vindo da rua – buzinas, gritos, rojões – contrasta com o silêncio do Maracanã em 1950. Mas confirma que vivemos novamente a inauguração de alguma coisa difusa, porém fundamental para nós, brasileiros. A mim, resta conjugar na primeira pessoa do singular do presente do indicativo o verbo que expressa a alegria: Rio!!!"


Por Tony Bellotto

sábado, 3 de outubro de 2009

Rio 2016, Lula e a estrangeira


Foto: Elpais (link no título)

Votei em Lula 4 vezes para presidente. Me decepcionei com muitas coisas, me orgulho de muitas outras. Uma delas é a de mostrar internacionalmente a face mais Real do povo brasileiro, a face simples, alegre, inteligente, criativa, popular, e emotiva que o europeu não está habituado. Um brilho nos olhos e uma espontaneidade estranhada por muitos, que se perguntam: de onde vem essa cara de felicidade, demonstrada em tantas ocasiões independente da vitória olímpica?! Em poucos países se expressa tão facilmente as emoções como no Brasil, se fala tão abertamente, para o bem e para o mal, sobre quem somos, o que queremos e acreditamos. Hoje, essa face está estampada em todos os jornais do mundo. Chorei com Lula várias vezes durante e depois da tão sonhada vitória brasileira. Honestamente, fiquei muito feliz de ver os momentos finais da apuração dos votos com a minha melhor amiga espanhola. E dizíamos uma a outra como foi fenomenal que os dois países mais queridos por nós tenham ficado para a final (no caso dela, inclui o Brasil por tabela, pois o conhece pelos meus olhos). Antes de qualquer resultado, prometemos que, houvesse o que houvesse, estaríamos ali, em Madrid ou Rio, em 2016. Um pacto de amizade e de promessa de reencontro, pois imagino que em 2016 já não estarei mais em terras espanholas. Voltarei pro meu Brasil brasileiro, meu mulato estrangeiro, contente pelas amizades conquistadas, um pouco espanhola, é verdade, e com um sorriso no rosto de haver podido contemplar de perto que o nosso país finalmente está começando a ser mais respeitado e valorizado como merece.

Explode coração, na maior felicidade




Essa vitória é brasileira, mas é especialmente uma vitória carioca. O Rio, "cidade maravilha, purgatório da beleza e do caos" merece essa vitória. Ela sempre foi o cartão postal do Brasil, e um dos nossos grandes orgulhos nacionais, apesar dos pesares. Hoje, não tenho palavras pra expressar minha emoção e felicidade. É lindo ver nosso povo gritar de alegria e esperança. Me uno aos de lá, aos de cá, aos de acolá, nessa alegria. Hoje, além de recifense, sou muito, mas muito, muito mesmo: carioca!!!!!

Como será Rio 2016

Uma espiadinha no futuro: Rio 2016...